Si nos ponemos a observar, hay todo un protocolo cuando se visita un restaurante. Este protocolo seguramente tiene particularidades de acuerdo a la región y cultura. Aquí es más o menos así.
- Anfitrión te pregunta cuántas personas hay en tu grupo
- Anfitrión consulta un diagrama de las mesas (en una tablet o en papel) y hace la finta que piensa
- Anfitrión te conduce a tu mesa
- Mesero se acerca y ofrece agua
- Cliente automáticamente acepta el agua
- Mesero regresa con el agua
- Mesero pregunta si se le apetece algún trago al cliente
- Cliente revisa la lista de tragos
- Mesero toma la orden del trago
- Mesero regresa con el trago
- Mesero pregunta si se le apetece algún aperitivo al cliente
- Cliente revisa el menú
- Etcétera
ineficiencia!
Cuando se pone a analizar, es una danza con muchos pasos. Bastante ineficiente. Y esta ineficiencia es por completo imperceptible y solamente se revela cuando el tiempo entre uno y otro paso excede ciertos límites (e.g., el mozo se demora en traer la cuenta, etc.).
Y cuál es el problema? Si buscamos eficiencia, ahí está McDonalds (o, para los de la generación que vio jugar a Maradona y al Puma Carranza, el sanguchón campesino).
Completamente de acuerdo, pero cuando se tienen hijos pequeños, la eficiencia es importante.
procedimiento con hijos
Nosotros que tenemos niños pequeños evitamos ir a restaurantes para no joder a los demás, pero muchas veces es inevitable. Y con 17 meses y varias rondas de práctica, hemos desarrollado un procedimiento que es casi una ciencia.
Nuestro norte verdadero es minimizar el estrés propio y de los demás.
El procedimiento es el siguiente:
- Anfitrión te pregunta cuántas personas hay en tu grupo
- Le respondes y a la vez le indicas que necesitas sillas para bebes, con el dedo índice señalas a tus hijos y dices "es por ellos"
- Anfitrión te conduce a tu mesa
- Mientras van caminando, le pides que envíe al mesero "tan pronto como sea posible", con el dedo índice señalas a tus hijos y dices "es por culpa de ellos"
- Mesero se acerca y ofrece agua
- Aceptas el agua
- Apenas el mesero se retira, lees el menú de cabo a rabo y anotas mentalmente qué vas a querer de tomar, de entrada, de plato de fondo, y de postre
- Mesero regresa con el agua
- Le agradeces el agua y le dices que estás listo para hacer el pedido completo, con el dedo índice señalas a tus hijos y dices "es por culpa de ellos"
- Mesero toma la orden y está por retirarse
- Lo detienes y le pides que, junto con la comida, traiga la cuenta, con el dedo índice señalas a tus hijos y dices "es por culpa de ellos"
- Mesero trae la comida y la cuenta
- Agradeces, le das tu tarjeta de crédito, y pides si puede traer varias cajitas y bolsas para llevar la comida a casa
- El mesero a veces comenta confundido "pero si ni siquiera han empezado a comer!"
- Le explicas que el plan es comer en el restaurante pero que nunca se sabe, y con el dedo índice señalas a tus hijos y dices "es por culpa de ellos"
- Mesero se retira para cobrarse de la tarjeta de crédito y traer las cajitas
- Si has pedido trago, te lo tomas seco y volteado porque no te dejan llevar licor fuera de los restaurantes
- Mesero trae de vuelta tu tarjeta de crédito y te entrega las cajas
- Pones la comida en las cajas
- Tomas el tenedor y cuchillo y empiezas a comer sin quitarle la vista a tus hijos
- Al menor indicio de que alguno de tus hijos está perdiendo la paciencia, cierras las cajas, las pones en las bolsas, te levantas, levantas a tus hijos, das las gracias a la gente del restaurante, y sales de regreso a casa
Bueno, ahí está. Si tienes algunos tips propios, por favor compártelos y envíanos un correo a cojudeces@cojudeces.com, o un tweet a @c0judeces.