El Olluco obtiene su fuerza y valor sobrehumanos de la cerveza y del orégano. Un reportero de Marvel Entertainment le preguntó una vez por qué había escogido estos dos elementos, a lo que el Olluco contestó ofuscado: “no seas cojudo, ¿tú crees que los indefensos separan cita conmigo?"
(Publicada originalmente en noviembre del 2006)
Continuando con la biografía de nuestro superhéroe el Olluco, diremos que sus poderes provienen de dos fuentes muy simples: nutrición y ejercicio.
Nutrición
El Olluco cuida mucho su dieta y está siempre al tanto de lo que consume, evita los alimentos altos en grasa y de poco contenido nutritivo, “calorías vacías”, los llama. Sus platos preferidos son, como era de esperarse, el olluquito sin charqui, el ceviche mixto, y el concentrado de cangrejo del restaurante Mi Perú, en Barranco (ciudad de Lima).
Sin embargo, cuando el deber lo llama, el Olluco obtiene su fuerza sobrehumana y su inquebrantable valor de la cerveza y del orégano. Un reportero de Marvel Entertainment le preguntó una vez por qué había escogido estos dos elementos, a lo que el Olluco contestó algo ofuscado: “no seas cojudo, ¿tú crees que los indefensos separan cita conmigo? ¿o crees que, cuando alguien en aprietos me invoca, yo digo espera un ratito que me como un ají de gallina?...No pues, la diferencia entre la vida y la muerte es cuestión de segundos, por eso mi energía y mis poderes los obtengo de un vaso de cerveza (seco y volteado!) y de una jaladita de orégano tostado. Cinco segundos y estoy listo para luchar por la justicia.”
Aquí se puede ver al Olluco consumiendo su orégano tostado
Ejercicio
En la misma entrevista concedida a Marvel Entertainment, el Olluco habla sobre su programa de acondicionamiento físico.
“Ser un superhéroe no es cosa de juego, mucha gente indefensa depende de uno, es como ser presidente de la nación, entiendes? No se puede defraudar a los que confían en uno. Bueno, los políticos de hoy han demostrado que sí se puede, pero en todo caso, no se debe...
Yo vivo frente a un parque (no puedo dar más detalles por obvios motivos de seguridad) y salgo a correr unas cuantas vueltas al amanecer. Luego, por la tarde voy al gimnasio JC donde mi entrenador personal, el gran Roger, me saca la eme durante hora y media. Saliendo del gym paso por la bodega de la esquina o la del óvalo y me compro una cerveza negra Polar y me la seco al instante, como Arnold Schwarzenegger, pero sin fumar ningún troncho a menos que sea de orégano... Y por las noches, cuando las cosas andan calmadas y no hay ningún indefenso jodiendo la paciencia, salgo a hacer piques; generalmente trato de competir contra automóviles que van pasando por la avenida El Golf.”